Detalles sobre el crimen
De acuerdo a los primeros reportes oficiales, la mañana del 30 de julio habitantes de la zona se percataron de que había un par de cuerpos en las calles Tomasquitila y la Primera Cerrada de Tomasquitila, y avisaron a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX a través del 911. Al arribar al sitio, los efectivos policiales confirmaron que se trataba de dos mujeres inconscientes con rastros de sangre y quemaduras.
«Socorristas el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas que acudieron diagnosticaron a ambas mujeres sin signos vitales, lesiones y quemaduras», suscribe el primer informe policial según Infobae.
En aquel entonces, el periodista Antonio Nieto destacó que las víctimas no habían sido identificadas y que por su apariencia física se trataba de dos menores de edad de unos 15 años. Sin embargo, el encargado de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, Ulises Lara, informó que se habían encontrado una ficha de depósito bancaria, correspondiente a transferencias de dinero de Estados Unidos a países de Centroamérica y el Caribe.
Lo que llevó a que las mujeres fueran identificadas como Stephani «N» y Susej «N», de 19 y 20 años de edad, quienes trabajaban como sexo servidoras para esta banda criminal, ya que les debían 15 mil dólares.
Se conoció que fueron asesinadas en otro lugar y posteriormente trasladadas a Topilejo a bordo de un vehículo durante aquella madrugada.
Una semana después del hallazgo, el 7 de agosto, la Fiscalía General de Justicia de CDMX ejecutó órdenes de cateo en dos inmuebles, indicó Ulises Lara, y precisó que el Ministerio Público de la Fiscalía Especializada para la Investigación del Delito de Feminicidio inspeccionó un departamento ubicado en la colonia Providencia de la alcaldía Azcapotzalco y otro en la colonia Buenavista de la Cuauhtémoc.
«El principal objetivo era la búsqueda, ubicación y localización de instrumentos o elementos de índole criminalístico, como calzado, ropa u otras pertenencias de las víctimas” que aportaran más datos sobre sus identidades y permitieran obtener pistas sobre el crimen.
La habitación donde fueron hallados los indicios fue asegurada como parte de la carpeta de investigación, a efecto de darle continuidad a las indagatorias correspondientes, anunció la Fiscalía en un comunicado.
Asimismo, fue revelado que durante un segundo cateo, en una vivienda de la calle 5 de Mayo de la colonia Providencia, en Azcapotzalco, culminó sin que los agentes pudieran localizar elementos posiblemente constitutivos de delito.
Telediario informó que dicha propiedad era en la que vivían Stephanie y Susej. El dueño de la casa dijo que, las jóvenes tenían una «actitud reservada» y llevaban poco tiempo habitando en el lugar.
Al interior, los elementos de la Fiscalía ubicaron solo algunas prendas, ya que las víctimas aparentemente vivían con muy pocos bienes y apenas un par de muebles.
Respecto al proceso de identificación, Ulises Lara confirmó que los agentes de investigación lograron contactar a las familias de las jóvenes en Venezuela.
“Derivado de los trabajos de investigación, fue posible conocer la identidad de ambas víctimas, por lo que el representante social de esta Fiscalía ha establecido contacto con familiares, de origen sudamericano, particularmente de Venezuela, a efecto de que se presenten para hacer el reconocimiento de ambas y llevar a cabo la entrega de los cuerpos”, refirió el funcionario.
Familiares reclamarán sus cuerpos
Familiares de Susej y Stephanie, ya empezaron -a la distancia- los trámites necesarios para reclamar los cadáveres de las víctimas, reseñó El Universal este lunes 12 de agosto.
De momento, los cuerpos permanecen en el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) en espera de que algún familiar acuda a identificarlos. Fuentes cercanas a la investigación revelaron que sus cercanos ya preparan un viaje a este país para reclamar los cuerpos. Los amigos y cercanos a las víctimas de feminicidio expusieron que no han «juntado» el dinero suficiente para realizar el viaje.
Por esta situación, el pasado fin de semana, Nataly, madre de las víctimas, pidió ayuda y colaboración de amigas y amigos de sus hijas Susej y Stephany, para recabar recursos y viajar desde Venezuela a la Ciudad de México.
Una vez cumplido este requisito, los cadáveres de las dos víctimas, podrán ser repatriadas a su natal Venezuela.
Autoridades del INCIFO consultadas mencionaron que guardarán algún tiempo más, y no existe plazo perentorio.