En un comunicado, la Casa Blanca recordó que, en los últimos tres años, Biden ha buscado proteger la frontera estadounidense con el despliegue de agentes y funcionarios de seguridad, así como otras medidas para «hacer frente a los cambiantes patrones migratorios que están afectando a todo el hemisferio occidental».
Señaló que a principios de 2024, el actual mandatario y su equipo alcanzaron un acuerdo bipartidista con los demócratas y republicanos del Senado «para llevar a cabo las reformas más importantes de las leyes de inmigración de Estados Unidos en décadas».
«Este acuerdo habría añadido personal crítico de fronteras e inmigración, invertido en tecnología para capturar fentanilo ilegal, introducido reformas radicales en el sistema de asilo y otorgado autoridad de emergencia al presidente para cerrar la frontera cuando el sistema se vea desbordado. Pero los republicanos en el Congreso optaron por anteponer la política partidista a nuestra seguridad nacional, votando en dos ocasiones en contra del conjunto de reformas más duras y justas en décadas», agrega.
La orden, que entrará en vigor este mismo martes, permitirá a los funcionarios de inmigración la expulsión de quienes carezcan de base legal para permanecer en el país.
«Pero debemos ser claros: esto no puede lograr los mismos resultados que la acción del Congreso, y no proporciona el personal crítico y la financiación necesaria para asegurar aún más nuestra frontera sur. El Congreso debe seguir actuando», destaca.
Sin embargo, Washington aclaró que la medida no será permanente y que dejará de aplicarse cuando él número de inmigrantes que cruce la frontera con México sea lo suficientemente bajo como para que el sistema estadounidense pueda gestionar de forma segura y eficaz las operaciones fronterizas.
“Estas acciones también incluyen excepciones humanitarias similares a las incluidas en el acuerdo fronterizo bipartidista anunciado en el Senado, incluyendo aquellas para niños no acompañados y víctimas de tráfico de personas”.
El presidente estadounidense tiene previsto dar un discurso sobre la medida. La orden llega a seis meses de las elecciones, en las que Biden aspira a lograr la reelección para un segundo mandato y se enfrentará nuevamente al expresidente Donald Trump.