El Gobierno de los Estados Unidos decidió este martes extender por un año más el decreto que señala a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad del país norteamericano.
Esta medida fue adoptada en 2015 por el entonces presidente Barack Obama, a través de la orden ejecutiva 13692.
Según el comunicado de la Casa Blanca, la decisión de ratificar la orden ejecutiva se debe a que la situación en el país caribeño “no ha mejorado”.
“Venezuela continúa representando una inusual y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y a la política exterior de Estados Unidos”, detalla el texto.
Dentro de las circunstancias que expone el Gobierno estadounidense se encuentran la “erosión de las garantías de los derechos humanos, la persecución de los opositores políticos (…) y la reducción de la libertad de prensa”.
Otro de los motivos para considerar que existe una situación de emergencia en la nación criolla son las “detenciones arbitrarias de manifestantes y la presencia cada vez más exacerbada de una importante corrupción gubernamental”.
Esta declaración de “emergencia nacional” da la posibilidad al presidente de los Estados Unidos para aplicar sanciones sobre un país, e incluso ir más allá de lo aprobado por el Congreso.
A pesar de que durante los últimos meses, la administración de Joe Biden haya flexibilizado algunas sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro, los incumplimientos del Acuerdo de Barbados por parte del oficialismo han reavivado las medidas económicas contra Venezuela.