La demanda, que fue presentada el año pasado por 45 fiscales de diversos estados en Estados Unidos, acusa a Meta de «diseñar y modificar los algoritmos en sus principales servicios para retener por más tiempo a los usuarios, sin considerar los lineamientos impuestos por las leyes federales de protección a menores». Demanda que hoy fue admitida por un juez federal de California donde se acusa a Facebook e Instagram de afectar la salud mental de los usuarios menores de edad.
De acuerdo con los documentos anexados a la causa, un ejecutivo de Meta le envió un email a Mark Zuckerberg proponiendo investigar sobre cómo reducir la soledad y el uso compulsivo de los adolescentes en Instagram y Facebook. El ejecutivo, David Ginsberg, le dijo a Zuckerberg que contratara 24 ingenieros, investigadores y personal adicional para emprender los estudios, pero la actual directora financiera de la empresa le informó a Ginsberg que el proyecto no podía ser llevado a cabo debido a restricciones de personal. En determinado momento, Adam Mosseri, el director de Instagram, también rechazó financiar el proyecto.
Un análisis que realizó The New York Times de los expedientes judiciales de los estados —incluidas 1400 páginas de documentos de la empresa y correspondencia que el estado de Tennessee presentó como prueba— muestra cómo Zuckerberg y otros directivos de Meta le restaron importancia a los riesgos para los jóvenes y al mismo tiempo rechazaron las peticiones de los empleados que querían reforzar las medidas de seguridad para proteger a los menores contratando personal adicional.
Las demandas estatales contra Meta reflejan la creciente preocupación en torno a que los adolescentes y los niños puedan ser objeto de instigación sexual, acoso, intimidación, críticas sobre su aspecto físico en las redes sociales cuya inducción algorítmica los lleva a usar internet de manera compulsiva. La estrategia legal de los fiscales demandantes quieren obligar a Meta a reforzar la protección para los menores.
En el año 2022, Zuckerberg debió pagar 1.400 millones de dólares al Estado de Texas para resolver la demanda que acusaba a Facebook por utilizar ilegalmente tecnología de reconocimiento facial para recopilar datos biométricos de millones de tejanos sin su consentimiento. Es decir, que Facebook utilizó fotos y videos cargados por los internautas a la red social para recopilar esos datos biométricos, ilegalidad que fue castigada con una suma multimillonaria.