Cuando el Presidente de la Republica y máximo líder del PSUV Nicolás Maduro Moro afirma” «los tiempos de odio quedaron atrás» es el inicio de una nueva forma de hacer política, entre otras cosas por el obvio fracaso de los extremismos.
Al reducir los extremismos quedaran desnudos los corruptos de ambos bandos que se escondían detrás de una sesgada polarización. La vida política comenzara a tener una mejor calidad y será más fácil detectar a los retóricos, hipócritas y farsantes de ambos bandos.
En todo el país está sucediendo un fenómeno que si bien tiene sus peligros elevara considerablemente la dinámica de la vida del PSUV; las diferencias claras, nítidas, evidentes entre gobernadores y alcaldes donde cada quien trata de manejar/manipular el mayor número de UBCH y de Consejos Comunales.
Si se evita llegar a confrontaciones fratricidas esto elevara la calidad de los liderazgos y los obligara a mejorar su relación con la base del partido y el pueblo. Más temprano que tarde surgirán diferencias ideológicas y/o políticas que bien manejadas son excelentes para vitalizar un PSUV totalmente clientelar que lucía/luce cansón, atrasado y obsoleto.