El diputado a la Asamblea Nacional y presidente de Un Nuevo Tiempo Vargas denunció que los ciudadanos del estado Vargas viven como si estuviesen al inicio del siglo pasado. La falta de agua, electricidad, gas y gasolina son la trágica realidad que los varguenses, así como la mayoría de los venezolanos, deben afrontar en su día a día y sumado a este «cóctel perverso» está la ausencia de recursos que les permitan adquirir alimentos y medicinas.
Deploró que ninguna autoridad competente atiende ni mucho menos priorizan las necesidades básicas del varguense. «No les importa la precariedad que las mayorías de los hogares tienen ante servicios públicos inexistentes y no tener para consumir los alimentos mínimos para poder vivir. Hay quienes mueren por las debilidad que presentan al no alimentarse de la manera correcta. La desnutrición está presente,no se puede ocultar», condenó.
El dirigente explicó que hay sectores que desde hace meses no tienen agua por tubería, lo mismo ocurre con parroquias que son afectadas por los recurrentes apagones, y ni hablar del gas, adquirirlo es prácticamente imposible y su precio esta en divisas; el surtir gasolina es una tarea titánica.
«La infeliz cultura de bodegones, playas dolarizadas y groseras sumas de dinero en divisas nos horrorizan. Han pretendido con estas prácticas inmorales hacer ver que todo está normal, que no hay miseria y pobreza. La realidad es que solo una pírrica minoría tiene para vivir la «Dolce Vita» mientras el ciudadano común no tiene como costear sus gastos mínimos», manifestó.
Para el Parlamentario las autoridades regionales están de espaldas al ciudadano, de sus necesidades y padecimientos, pues sólo les importa mantenerse en el poder y disfrutar de él
«A pesar de tantas adversidades existe la firme convicción de la inmensa mayoría de los ciudadanos de no aceptar y mucho menos acostumbrarse a esta aberrante manera de cómo nos quieren hacer vivir», señaló.
Prensa UNT Vargas