Santos García Zapata
En Venezuela el motor que empuja el quehacer humano es el afán de lucro y el consumismo de sus estratos medios. El lenguaje florido, bello, hermoso bien hilvanado de algunos dirigentes del estado y del PSUV es hueco, superficial retorico y alejado de la realidad y luego repetido caricaturescamente al caletre por los dirigentes medios y aplaudidos por un público clientelar. El PSUV es un popurrí de tendencias con una pequeña, insulsa izquierda viudos de una seudo-guerilla y cansona en sus anacrónicos clises. Eso ha permitido que la narrativa de la extrema derecha tome fuerza. Obviamente el presidente y sus estrechos colaboradores están conscientes de esta realidad, aunque no pueden explícitamente reconocerlo. Los llamados permanentes contra el burocratismo y la corrupción del presidente Maduro así nos los indican. Maduro también ha instado a «superar los viejos métodos de la politiquería y la demagogia» además plantea una reforma constitucional que consolide la soberanía venezolana “, El año 2025 viene con más y mejor democracia…» Profundos y variados cambios.