El candidato de la Plataforma Unitaria Democrática, Edmundo González Urrutia, aseveró que «las elecciones en Venezuela no son justas, ni limpias ni equitativas. Evidentemente que no lo son porque hay un desequilibrio en cuanto al (control de los) medios de comunicación. Ahí hay una desproporción evidente, que no permite a la oposición tener y contar con los mismos recursos que tiene el gobierno».
En ese sentido, sostuvo que «el gobierno utiliza todos los medios oficiales para hacer proselitismo y largas cadenas de televisión del candidato oficial».
En una entrevista realizada por BBC, el candidato de la PUD reconoció que el mayor error de la oposición fue llamar a la abstención. «Quizás el llamado a la abstención no fue lo más prudente en su momento, pero ahora estamos todos alineados en la ruta electoral, que es la que estamos empujando con fuerza».
En la entrevista firmada por Norberto Paredes de BBC, González sostiene que no se quiere encerrar en el pasado. «Tenemos un proceso electoral en puertas. Tenemos una unidad que unánimemente escogió un candidato, tenemos toda la maquinaria de los partidos trabajando con fuerza por esa candidatura y por eso es que aspiramos tener una mayoría muy sustancial que coincida con los resultados de las últimas mediciones de opinión, que nos están dando un porcentaje bastante cómodo para ganar las elecciones el 28 de julio».
«Le ganaremos al chavismo con una fuerza mayoritaria que se expresará en las urnas y el respaldo de millones de venezolanos que están comprometidos con un cambio para Venezuela», aseguró.
No duda que para ganar debe obtener los votos de la disidencia chavista y los electores molestos del oficialismo, a este respecto le respondió al comunicador lo siguiente: «El discurso que hemos mantenido a lo largo de estos días de campaña ha sido el de un llamado al reencuentro de los venezolanos, un llamado a la unidad nacional, un llamado donde el adversario es un adversario político y no un enemigo».
Además, detalla que el bloque que lidera María Corina Machado aspira «a que los sectores que apoyan al gobierno, que son cada vez menos, atiendan a nuestro llamado al reencuentro de los venezolanos. Son cada vez son menos porque muchos de ellos ahora están apoyando nuestra candidatura».
La vida del diplomático ya jubilado hace apenas tres meses consistía en asistir a conferencias, escribir esporádicamente artículos académicos y dedicar tiempo a su familia y a sus cuatro nietos. Pero a finales de abril su vida dio un vuelco.