“El personal sanitario paga por ir a trabajar, esa es la realidad con los sueldos que se tienen”, dice Lorenzo.
Aumentos
Este tipo de aumentos, según la percepción de Rubio, no son adecuados. A su juicio, estos incrementos “desestimulan al gremio en cuanto a su preparación, empeño y disponibilidad de horarios”.
En ese sentido, insiste en la importancia de que el gobierno nacional y los gobiernos regionales retomen las discusiones de contratación colectiva. Estas deben incluir a los colegios de médicos o los gremios profesionales y los sindicatos de salud, en el caso del personal administrativo y obrero.
“Lo correcto sería, en un Estado de derecho, que las contrataciones colectivas se discutan cada dos o tres años, con actualizaciones de los mismos, de acuerdo con la situación socioeconómica del país”. añade Rubio.
¿Por qué seguir?
Para Lorenzo, los médicos se mantienen en sus puestos de trabajo dentro de los hospitales o centros de salud públicos más por la vocación y la formación, que por cualquier otro incentivo.
Siempre nos preguntan ‘¿por qué seguimos?’, y seguimos porque entendimos que para eso nos preparamos y nos formamos, para atender a todas aquellas personas que acuden a los hospitales por alguna enfermedad, lamentablemente eso es cada día es más difícil”.
No solo es más difícil por los bajos salarios, también lo es “porque la inmensa mayoría de nuestros centro de salud, tanto hospitalarios como ambulatorios, no cuentan con los recursos para hacer un diagnóstico”.
La Federación Médica Venezolana (FMV), en marzo de 2023, aseguró que al menos 42.000 trabajadores sanitarios emigraron del país. En la estadística no se especificó el período de estas migraciones.
Los gastos que cubren las familias
Lorenzo, añade que para un diagnóstico hacen falta exámenes de laboratorios, radiología y anatomía patológica.
Pero ninguno de estos servicios están disponibles de forma regular en todos los hospitales. Ante la carencia, son los familiares de los pacientes quienes tienen que costear esos gastos de forma privada. A esto hay que sumarle otros gastos como los de alimentación, debido a que también tienen que llevar la comida.
La Encuesta Nacional de Hospitales (ENH) calcula que en Venezuela se necesitan al menos 81 dólares para la compra de insumos básicos para poder ingresar a quirófano. El monto equivale a 22,5 salarios mínimos, lo que equivale a 130 bolívares, unos 3,6 dólares al mes.
“La realidad es muy dura, a veces se nos exige, por parte de los familiares, debido a la angustia, que hagamos algo, pero cómo podemos hacer algo si la institucionalidad no da los recursos necesarios para hacer diagnóstico de una enfermedad, ni de hacer intervenciones quirúrgicas, en caso de que se requiera”, añade Lorenzo.
En los grandes hospitales de Venezuela solo hay activos un promedio de cuatro quirófanos. El número equivale a menos de la mitad de las instalaciones que se requieren. Esto al tomar en cuenta la “magnitud y complejidad” de los hospitales que monitorea la ENH.
Fuente: Cronica Uno