En esta región ningún ente público es controlado por el pueblo. El Puerto y el Aeropuerto son “cajas negras” donde suceden ilícitos de toda índole en la más completa oscuridad e impunidad. Los dueños de las Clínicas Privadas utilizan a sus “socios” médicos que cumplen funciones en los centro de salud pública para mantener a los centros de salud públicos en constante crisis.
Dañan los equipos, roban las medicinas de los depósitos. Abiertamente con descaro como esa funcionaria pública de un ente de salud que condecora a uno de los peores exponentes de esta mafia medica privada.
Aquí en este pueblerino estado se ha llegado a los extremos de solicitar los servicios de un connotado proxeneta de Venezuela para hacerse propaganda.
Es necesario que las nuevas autoridades del PSUV, pese a ser todos funcionarios públicos y electos a dedo, cumplan medianamente con sus funciones.