Los venezolanos se encuentran sumergidos en una zozobra debido a la escasez de combustible en la entidad que se ha vuelto caótica en las últimas semanas, a tal punto que ha desatado estrés y ansiedad en quienes hacen la cola para echar gasolina.
La reducción del suministro de gasolina y la forma como se sortea a diario la distribución en la estaciones de servicio, pone en juego la salud mental de los ciudadanos, quienes deben madrugar para saber si salió publicado el terminal de placa y posteriormente dirigirse a la bomba asignada para ello.
Félix Patiño, psicólogo, indicó que a diario se evidencia en las personas que acuden abastecerse de combustible factores como preocupación, angustia, estrés, y ansiedad, que podría ser un detonante de un estado depresivo.
“Es importante mencionar que son varios los factores que están en contra, entre ellos, el tiempo de sueño debido a la necesidad de madrugar para asegurar un puesto en la cola sin saber qué número ha salido en el reporte”, expresó.
Otros factores
Las vivencias e injusticias que se generan en las colas, son otros factores que provocan emociones fuertes en los conductores. Tal es el caso que se vaya la luz y la bomba no tenga planta. Que se acabe la gasolina, que pongan el cono, y por ende se pierda el turno, que se accidente el vehículo por cualquier motivo, o ser víctima de robo.
Podemos ver a las personas mientras están en la fila, pero no sabemos su historial, es decir, si logró desayunar o no. Si el dinero que está usando para surtir es el único que tiene para el sustento familiar semanal, siendo el principal detonando de la frustración y la resignación”, indicó.
Estas vivencias podrían ser un caldo de cultivo para cualquier alteración del estado de ánimo de una persona, continuó Patiño, al sostener que está situación es precaria y no dan un buen panorama de la salud mental del venezolano.
Como especialista emplazó a las autoridades a ponerle coto a la situación, pues cada vez son más las consultas por este tema. A las personas las instó a buscar mecanismos para sobrellevar esta carga, pues a corto plazo no se avizora una solución al desabastecimiento de gasolina.