Por Rodrigo de Castilla
Todas las encuestas sitúan el apoyo a Nicolás Maduro entre el 15 y el 20 % y los nostálgicos de Hugo Chávez alcanzan el 40 %. Todas las encuestas colocaron a Juan Guiado en febrero del año pasado en 63 % y hoy le dan un 16 % en bajada.
Hay algo obvio; las sanciones económicas empobrecieron un gobierno en crisis, pero no han debilitado el régimen o gobierno de Nicolás Maduro. Las sanciones comienzan a ser percibidas cada día por un mayor número de venezolanos como las causantes de la crítica situación social. La prohibición del gobierno de USA de impedir la llegada de los barcos con gasolina lleva a cientos de miles de culpar a la oposición por la crisis de la gasolina. La rabia y odio que destilan miles de opositores en las redes sociales y muchas declaraciones de líderes opositores en el extranjero compactan al chavismo.
Creer que el número de asistentes a las elecciones legitimaria al gobierno de Nicolás Maduro es de una necedad y miopía sorprendente. Creer que Donald Trump actúa contra el régimen por su apego a la democracia es de necios.
Calculan entre un millón y un millón y medio de venezolanos que una vez que se acabe la cuarentana abandonaran el país. También el bloqueo provocara entre los beneficiarios directos del chavismo de las ayudas sociales un recrudecimiento sectario de sus posiciones políticas. Una parte de ese 20 % de partidarios del régimen exigirá airadamente que los que no sufragaron sean excluidos de los beneficios de las ayudas sociales; crece el egoísmo y el odio promovido por ambas tendencias.