Por Santos García Zapata
Las cifras de la Comisión Electoral de la Primaria no resisten el mínimo análisis estadístico. Son realmente una exorbitante exageración. Ese garrafal error ha dado pie para que los líderes del PSUV se luzcan evidenciando con suma facilidad el fraude. El cobarde silencio de los directivos del G3 ( AD, UNT y Primero Justicia) denota la ruindad que han caído esos dirigentes. Pusilánimes. Debemos diferenciar entre la derecha extremista y los partidos de oposición democrática. Dejar a un lado, desechar referencias retoricas viejas que no tienen sintonía con el pueblo. La derecha perdió la juventud. María Corina con su provocativa bandera de siete estrellas se aleja de esa masa de un poco de cuatro millones personas que dejaron de sufragar por el PSUV. Acercarnos a esa masa tiene máxima prioridad.