La peregrinación, organizada por líderes comunitarios como Nelson Galvis, recorrió lugares significativos afectados por el deslave de 1999. Desde la iglesia de Caraballeda hasta la iglesia Virgen del Carmen, en Carmen de Uria, los peregrinos rindieron homenaje a los caídos con oraciones y actos litúrgicos.
La procesión concluyó en la playa de Uria con la tradicional ofrenda de flores al mar en memoria de las víctimas. “Prohibido olvidar. Este recorrido es un llamado a recordar a quienes partieron y a quienes demostraron heroísmo en esos días de tragedia”, expresó Galvis.
En Macuto, el gobernador José Alejandro Terán presidió la reinauguración de la fuente La Esperanza, un símbolo de resiliencia y renacimiento para los guaireños.
Durante el acto, se celebró una misa especial oficiada por el arzobispo de Caracas, monseñor Raúl Biord, quien destacó la importancia de la memoria colectiva: “Hoy honramos a quienes perdieron la vida y reafirmamos la fe de este pueblo que ha sabido levantarse tras la adversidad”, expresó Biord.
La jornada continuó con la colocación de flores en el Paseo de Macuto, donde se realizó la bendición del mar como un acto de reconciliación y recuerdo. Mientras tanto, en el sector Carmen de Uria, en Naiguatá, se ofició una misa en honor a las víctimas de la tragedia, uno de los sectores más golpeados por el deslave de 1999.
“El agua que un día nos trajo tanto dolor hoy es símbolo de vida, fe y fortaleza. Estas actividades nos recuerdan que, como pueblo, hemos renacido con esperanza y unión”, señaló Terán.
La jornada conmemorativa, que reunió a comunidades, autoridades y peregrinos, reafirmó el compromiso de mantener viva la memoria de un evento que marcó para siempre la historia de La Guaira y sus habitantes.
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