El clonazepam pertenece a la clase de medicamentos denominados benzodiacepinas y, según profesionales de la salud, su función se basa en reducir la actividad eléctrica anormal en el cerebro. Esta medicina es recetada por especialistas para tratar algunos tipos de convulsiones, insomnio y aliviar los ataques de pánico. Sin embargo, desde finales de 2022 se empezaron a conocer los primeros casos de estudiantes intoxicados por el ansiolítico como parte de un desafío promovido, a través de las redes sociales, en centros educativos de Latinoamérica.
Al momento de realizar lo que para ellos es solo un juego, los jóvenes no toman en cuenta otros efectos adversos y contraindicaciones del producto, entre ellos, los cambios cognitivos, pérdida de coordinación muscular, alteraciones de personalidad y del comportamiento, además de hiperactividad, inquietud, agresividad y reacciones psicóticas, donde la muerte ha sido la peor de las consecuencias para estos adolescentes que se han apegado a las peligrosas prácticas impuestas en tik tok.
Casos
En Venezuela solo se conoce de un fallecimiento por este desafío. Se trata de una estudiante de 12 años de edad, quien murió la noche del domingo en el Hospital Ana Francisca Pérez de León, en la parroquia Petare del municipio Sucre, en Miranda, luego de ser ingresada por haber convulsionado tras la ingesta de clonazepam. Antes de fallecer la menor, residente de Turumo, en Caucagüita, comentó a sus padres que había consumido la pastilla junto a otros compañeros del colegio, con quienes realizó el reto por una videollamada hecha desde su casa.
En Perú también se ha informado solo de un caso, pero este ocurrió dentro de las instalaciones educativas. Una menor de 11 años, cursante de primaria, perdió la vida en junio del año pasado tras permanecer dos días en un centro de salud en Lima donde se le diagnosticó muerte cerebral a consecuencia de la ingesta de dos píldoras del benzodiacepina como parte del desafío, reseñaron medios locales.
Para entonces el abogado de la familia expuso que otros tres menores chilenos igualmente habrían tomado el medicamento.
Entretanto, México fue la nación en la que se empezaron a mostrar las intoxicaciones por el reto del clonazepam en las escuelas. Este país encabeza la lista de adolescentes que se han enfermado por esta práctica en Latinoamérica.
Según publicaciones locales, los primeros casos se presentaron en Veracruz, Ciudad de México, Zopopan y Guanajuato, con diferentes grados de intoxicación y gravedad, debido a que, como la idea es ganar, los jóvenes llegan a consumir cantidades peligrosas del fármaco.
En Colombia también se han reportado intoxicaciones. Sin embargo, no se ha mencionado acerca de ningún adolescente muerto por este reto.
En febrero de 2023, la oficina de Tik Tok en América Latina comunicó que eliminaría todo el contenido que lance retos peligrosos para sus usuarios, además de que daría de baja las cuentas de menores de 13 años, refieren agencias internacionales. No obstante, en la actualidad se siguen practicando los famosos desafíos que comprometen la vida de niños y adolescentes.
Educación
Andrea Cimino, quien es neurocoach y se dedica a revelar el impacto del uso excesivo de dispositivos electrónicos en el desarrollo futuro de la próxima generación, comentó a ÚN que muchos padres se están preguntando cómo hacen los menores de edad para obtener el clonazepam, puesto que solo se consigue bajo receta médica.
Añadió que, en la mayoría de los casos, los adolescentes sustraen el benzodiacepina a algún familiar que lo consume, por lo que pidió estar más atento a los fármacos en casa.
Sobre las medidas a tomar, indicó que “lo primero es tomar conciencia de que las redes sociales no son para niños y adolescentes. A pesar de que en Venezuela las propias plataformas estipulan que son para mayores de 13 años, el caso que se registró es de una niña menor. Es decir, ni siquiera podía acceder de forma legal a la red social”.
Destacó que los muchachos no tienen la madurez para discernir los contenidos que van a consumir a través de estos espacios por lo que, además de impedir que los jóvenes accedan libremente, los papás deben educarse primero para proceder a instruirlos acerca de la inconveniencia de replicar lo que se ve en las RRSS, explicarles que no tienen que percibirlas como un modelo de conducta y menos cuando dichas acciones pueden poner en peligro su vida.
“Es normal en la etapa de la adolescencia que ellos quieran ser aceptados por grupos, que quieran pertenecer o sumarse a nuevas aventuras. Entonces el deber de los padres es prevenir: no entregarles dispositivos electrónicos porque no son para niños”, reiteró.
Añadió que quienes otorguen pantallas a menores tienen que asumir su rol de controlar y educar expresamente sobre estos temas.
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