El primer ministro reiteró que el suceso será investigado de forma exhaustiva, y defendió que este tipo de cosas «suceden en la guerra». «Haremos todo lo posible para que no vuelva a suceder», añadió.
Poco antes, el Ejército israelí anunció que será una entidad militar independiente, el Mecanismo de Investigación y Evaluación de Hechos, el que investigará el ataque, que ha llevado a la ONG a suspender sus operaciones en la región.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), Daniel Hagari, explicó en un mensaje que ha hablado personalmente con el chef José Andrés, fundador del grupo humanitario, para expresarle sus condolencias por las muertes de los trabajadores.
El ataque causó la muerte de siete trabajadores de la ONG, entre ellos cuatro de nacionalidad extranjera: un británico, un polaco, un australiano y un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense-canadiense.
Se cree que se trata de los primeros trabajadores humanitarios extranjeros asesinados en la guerra de Gaza desde el 7 de octubre, y que ya ha causado más de 32.800 víctimas mortales, la mayoría mujeres y niños.