Se trata de una biopic donde el joven Donald inicia sus primeros pasos como «magnate inmobiliario» cobrando alquileres de puerta en puerta y hasta recibiendo un baño de agua por un inquilino molesto por su insistencia.
Pero su carrera da un giro cuando conoció a Roy Cohn, un abogado de ultraderecha y homosexual- que siempre escondió su tendencia-, y logró convertirse en la mano derecha del senador Mac Carthy y su famosa su caza de brujas en la década de los 50s, que llevó a cientos de artistas y creadores a quedarse sin empleo por la sospecha de que eran simpatizantes del comunismo.
Pero son algunas escenas subidas de tono las que han llevado a los abogados de Trump a amenazar con demandar a la película, ya que incluye escenas en las que el magnate pasa por el quirófano para someterse a una liposucción, así como a un procedimiento de implante en el cuero cabelludo para arreglar su calva y, sobre todo, la secuencia que muestra al personaje de Trump agrediendo sexualmente a su esposa -Ivana- porque ella le criticó su apariencia. De hecho, en el divorcio, en efecto, Ivana lo llegó a acusar de violación, pero luego se retractó.
El otro personaje importante en el filme es el que retrata a Roy Cohn, sugiriendo que existe una atracción unilateral allí. Cohn le enseña a Trump cómo usar trucos sucios para tener éxito en los negocios y le regala tres reglas que se convertirán en el modus operandi de Trump: estar siempre al ataque, negarlo todo y nunca admitir la derrota. Pero a medida que Trump asciende en los negocios, comienza a alejarse de Cohn, de quien copió el tono de bronceado artificial que luce hasta hoy.
Dirigida por el iraní Ali Abbasi, la película tiene como protagonistas a Sebastian Stan, quien encarna a Donald Trump y recibió una amplia ovación en Cannes luego de la exhibición, y a Jeremy Strong interpretando a Roy Cohn.
Por ahora, los abogados de Trump han calificado El Aprendiz como una “difamación maliciosa” y amenazan con emprender acciones legales para que los cines no puedan exhibir “esta basura sensacionalista».