Castillo, de 44 años, respalda la promesa de deportación de migrantes en masa que propuso Trump.
“¿Cómo no apoyarla? La administración de Joe Biden dio rienda suelta al caos y al desorden. La inseguridad se disparó en la mayoría de los estados y hasta el Tren de Aragua se enquistó en este país. Necesitamos mano dura contra lo que está pasando”, añade. Y agrega, además un factor crucial en paralelo. “Extraño la economía del primer gobierno de Trump”.
En redes sociales, comentarios como el de Marisela, quien prefiere mantener su nombre bajo reserva por recientes conflictos familiares, abundan. Forma parte de un grueso, no solo de venezolanos que impulsan medidas anti-migratorias severas sino a quienes sostienen las bases de un voto latino que superó el 45 % de respaldo a los anuncios del próximo administrador de la Casa Blanca.
“Emigro, pido comprensión, invoco el sueño americano, denuncio la dictadura de mi país, digo que este es un país de inmigrantes. Cuando tengo mis papeles y me hago americano, me meto a republicano y me anoto en la agenda xenófoba ¡Qué vergüenza es la gente a veces!”, expresa en X, Alonso Moleiro, periodista residente en los Estados Unidos, sobre la posición de quienes ostentan la ciudadanía y muestran una posición radical contra quienes huyen recientemente de Venezuela.
Redes que arden
“¿Habrá puertorriqueños que votaron por Trump? ¿Venezolanos, mexicanos, salvadoreños, diciendo: ‘Basta de inmigrantes y de socialismo’, los americanos queremos calidad de vida? Pues sí. Hasta ahí se trepó la estupidez de este mundo”, insiste Moleiro en redes sociales.
Las reacciones llegan en cadena.
“Que equivocado estás Alonso… las ideas progres o woke ya tienen cansados a muchos… y si basta de inmigrantes ilegales que estropean la situación de migrantes legales con años en procesos para vivir en Estados Unido. Disculpa, pero la izquierda en el mundo tuvo su oportunidad”, le contesta @lasister73, quien sostiene que Kamala Harris, como vicepresidenta de Biden no hizo nada, ni por el rescate de la economía, ni para evitar el colapso ocasionado por el ingreso de irregulares.
Marisela insiste que cuando Trump fue presidente la economía estadounidense destacó por su solidez. Y actualmente se encuentra en declive.
José Pérez, zuliano que atravesó la selva del Darién con su esposa y su hijo y trata de poner su documentación en regla en Houston, rompió toda relación con dos primos que si bien no tienen ciudadanía están cerca de obtenerla, y a cuatro vientos, criminalizaron a los migrantes que entraron al país en los últimos cuatro años.
“Subieron unas historias. ‘Se les acabó la comiquita a todos. Pronto estarán en un avión de regreso”. Eso fue una semana antes de las elecciones, entre otros mensajes que le resultaron dolorosos.
Pérez sintió desprecio. Reconoce que no eran cercanos, pero llegaron a compartir varias vacaciones en su niñez.
“Me dieron náuseas y sudor frío y sí, se me salió una lágrima. Si no nos veníamos como lo hicimos creo que Santiago (su hijo de 9 años) se me iba a enfermar porque no estábamos comiendo bien. Podrán criticarnos, pero por él me la jugué”, sostiene.
Pérez es comunicador y aunque comprende la posición de Trump lo que le duele es la etiqueta que emanan quienes pensó al menos entendían lo que millones están viviendo.
Luis Márquez @60Luismarquez le riposta: “Hermano, ¿Cómo empieza la mayoría de los choferes de plaza? Te digo, empiezan como piratas (así se les dice a los choferes que no pertenecen a líneas registradas). Luego de entrar a una línea de transparente legal los ves luchando en contra de los piratas. ¡Fuera los piratas!”.
Moleiro destaca lo que considera como “oportunismo mediocre” y sin interés en lo que le suceda a terceros. Y así le contesta: “Sí, por eso es que tenemos una sociedad descompuesta, egoísta y sin valores”.