“La pesadilla ahora es continuada”, dijo Emma Fernández en referencia a que volvían a quedarse sin luz, mientras miraba la descarga de una mercancía en su negocio, ubicado en el casco colonial de Maiquetía.
Esta localidad del oeste del Litoral Central otrora mostraba con orgullo la zona comercial más importante de la región. Pero, desde principios de año, además de la baja en las ventas de bienes y servicios, los apagones se incrementaron a niveles insospechados.
Hasta tres veces entre la mañana y la tarde de una jornada soportan los comerciantes y emprendedores de Maiquetía la falta de energía eléctrica.
Incluso, cuando en el resto del estado hay electricidad, en Maiquetía se presentan fallas que afectan tanto al sector productivo como a la administración pública.
“Todos somos víctimas de esta barbarie indetenible y que imposibilita trabajar”, puntualizó Fernández.
“Los clientes, que ya de por sí tienen poco dinero para gastar, se van frustrados a sus casas, porque cuando no hay luz se hace difícil recibir pagos por punto o pagos móviles”, agregó.
Otro comerciante de la zona, que no quiso identificarse –“para que no me fichen los ‘sapos’ del PSUV” –, expresó que las interrupciones del servicio son mayores desde el mes de julio, cuando se sentían más las altas temperaturas.
No entiendo cómo pretenden que paguemos impuestos desmedidos cuando Corpoelec ni siquiera se digna a explicar por qué se fue la luz en tus 10 horas de trabajo”, manifestó el comerciante de electrodomésticos.
Fuente: CronicaUno